viernes, 7 de marzo de 2014

Rendir la fortaleza

Me ha resultado del todo imposible decantarme por un solo tema cuando queriendo "ilustrar" mi sentir pensaba descartar uno... no he podido separar a esta dos "criaturas" y he decidido no dividir mi amor...ustedes lo entenderán.
"Hope" es una pieza un tanto especial de la banda "Kroke"(Cracovia en yiddish) pues su música suele ser muy animada. Poder verles en directo ha sido una de las más grandes experiencias musicales que he podido disfrutar en mi vida, hacen lo que quieren con la música y con nosotros, pobres mortales. Recientemente visitaron el teatro de mi pueblo pero, ironías del destino, yo me encontraba a quinientas millas viendo morir a mi padre; se que me perdonaran por haberles sido "infiel".
"
Nanina uspavanka" es una estremecedora nana tradicional cantada en serbio que forma parte de la BSO del filme "Savior" del director Pedrag Antonijevic´y ambientada en la guerra de Bosnia. En una de las escenas en la que la protagonista canta esta nana se narra uno de los actos más desgarradores, despiadados y nauseabundos que mente humana pueda imaginar, que ya es decir, y al tiempo posee una universal épica desoladora. En lo que dura una breve canción se resume toda la grandeza y toda la bajeza, miseria, indignidad, ruindad, vileza... no encuentro la palabra justa para calificar esa forma de proceder inherente al "homo ¿sapiens?".
Me gustaría saber si alguien podría elegir entre las dos... suban el volumen.
     

Nunca tuvo muchos amigos, huía de las grandes aglomeraciones y de grupos o pandillas numerosos pero aún así las pocas personas que había en su vida eran muy importantes para él, incluso más de lo que estaba dispuesto a admitir. Cuando existe sintonía y complicidad, casi siempre sin buscarla, las relaciones son perfectas, no importa el tiempo que pueda pasar sin contacto que cuando se retoman pueden continuar en el mismo punto donde quedaron a veces muchos años atrás. Es una sensación impagable desde luego. 

Víctor, "el vencedor", puede que sea una ironía... o quizá no; recordaba que desde mucho tiempo atrás, tal vez desde siempre, encontró en él a alguien con quien tener conversaciones distintas a las habituales, más estimulantes desde luego y de quien esperaba y exigía una franqueza que en ocasiones llegaba a ser hiriente pero que suponía una garantía inequívoca de autenticidad . 


Nadaba y buceaba mejor, corría más y durante más tiempo y escalando era de una agilidad asombrosa pero eso nunca le importo lo más mínimo y pudieron compartir en cierta época muchos momentos hermosos y algún que otro trance delicado. 

Su "talón de Aquiles" era, como ocurre en tantas ocasiones, la faceta emocional y creyó vislumbrar entonces cierto aire de extraña melancolía que se desataba siempre de manera inesperada, como si se le activara algún tipo de mecanismo automático. 
Entonces no le dio demasiada importancia pues pensaba que, como todos, tendría su particular parcela de mundo interior que resultaba inaccesible para el resto de los humanos y por lo tanto no debía de ser algo realmente importante.


Era un primero de enero cuando se encontraban en la montaña dispuestos a pasar lo que quedaba de "Saturnales" disfrutando de lo que según la previsión meteorológica iban a ser unos perfectos días para la práctica del alpinismo en pleno invierno y en el más absoluto aislamiento. La fuerte ventisca paro a media noche, como decía el parte, el cielo se abrió poco a poco por completo dejando a la vista una panorámica estelar incomparable, dando paso a continuación a una gigantesca luna llena que ya empezaba a asomar por la cordillera y que les iba a permitir continuar la ascensión hasta el refugio acompañados del grandioso espectáculo que suponía ver todo el paisaje, que presentaba la más copiosa nevada en décadas, aclarado por la mejor luminaria posible.

En un momento de la aproximación por huella marcada perdieron la referencia brevemente y se vieron obligados a superar un pequeño resalte no sin dificultad puesto que siendo un paso corto decidieron en un principio no asegurarlo y dado que presentaba una fuerte helada la situación se complicó. Fue justo en ese momento cuando Víctor sintió que se resbalaba lentamente y le llamo pidiendo ayuda.

Es curioso como en el tiempo de un latido todo se puede ir al infierno... o no.

Rápidamente pudo asegurar la posición y tenderle la mano para ayudarle a progresar y salir del estúpido lío en que se habían metido. Ninguno de los dos dio importancia en aquel momento a lo sucedido y la jornada y los días siguientes resultaron espectaculares; el estado de la nieve, la climatología, las ascensiones... fueron de los que nunca se olvidan, como inolvidable fue el día que comunicaron por la emisora al refugio su intención de no bajar esa noche y realizar un "vivac" en altura aprovechando las inmejorables condiciones que presentaba la montaña, que a pesar del intenso frío les permitió vivir una noche mágica practicamente en vela y sin apenas hablar sobrecogidos por la fabulosa representación que les tenía guardada la naturaleza: primero la impresionante bóveda celeste en las horas previas a la salida de la luna y luego, con el plenilunio, las altas cumbres nevadas y todo el paisaje que abarcaba la vista con ese halo misterioso que ofrece la noche despejada y helada alumbrada por singular farol...

Días después, exprimida por completo la ventana de buen tiempo, decidieron volver a casa y durante el descenso con un sol cegador que todavía les iba a acompañar durante unas horas pudieron comprobar al pasar por el lugar del incidente que, de no haber logrado sujetarle a tiempo, la caída hubiera sido mortal. Víctor concluyó que le había salvado la vida aunque él hasta el presente no había vuelto a pensar en ello. 

Con los años llegaron a perder el contacto habitual, aunque siempre que se encontraban resurgía el buen "feeling", la conexión que perduraba en el tiempo y que les evitaba estúpidos preámbulos.
Así la vida continuó...

Al fin supo que tras diversos avatares, Víctor, decidió rendirse al asedio vital y entregar su fortaleza de una vez y para siempre, pasando a engrosar la lista de los innombrables.

Considera que el mayor tesoro que posee una persona es la absoluta soberanía sobre su vida y que nadie debería marginar el recuerdo de quien ejerciendo esa potestad decide que no compensa y que es mejor ser honesto y rendirse cuando la batalla y la guerra están del todo perdidas. 

Pero no puede dejar de pensar que cuando Víctor,"el vencedor", empezó a resbalar de nuevo, ni él ni nadie estuvo lo suficientemente cerca para tenderle la mano.


"Desde la muerte del amigo que había llenado el mundo y lo había reemplazado, Aquiles no abandonaba su tienda alfombrada de sombras: desnudo, acostado en el suelo como si se esforzara por imitar al cadáver, se dejaba roer por los piojos del recuerdo. Cada vez con más frecuencia, la muerte le parecía un sacramento del que sólo son dignos los más puros: muchos hombres se deshacen, pero pocos hombres mueren"
Patroclo o el destino (Fuegos) 
"La muerte, para acabar conmigo, tendrá que contar con mi complicidad"
Fedra o la desesperación(Fuegos) 
Marguerite Yourcenar






10 comentarios:

  1. He elegido Hope, entiendo que para mi es mucho más fácil la decisión, aún así puedo argumentar que entro en mi ser como tu relato, cada nota y vibración de la voz, como el entorno y paisajes que me llevas a imaginar, la complicidad entre ambos y su conexión, entré en completa fusión y quedamos aislados en cualquier lugar que desconozco los tres y con la muerte los cuatro.

    Magnifico¡¡

    Besos ♥

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    1. En realidad no se trata de elegir entre dos temas sino entre un océano infinito de música...afortunadamente.
      Las personas nos visitan, se quedan un rato...y se van, algunos para siempre. Entonces, ¿qué debemos hacer?, no podemos más que disfrutar de su presencia mientras dure y recordarlas con amor quien lo merezca y con serenidad quien no.
      Espero que tu rato sea prolongado.
      Un beso.

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  2. Quizás las manos que nos tienden salen de nosotros mismos.
    Me pregunto ¿qué es estar solo?

    Morir siendo consciente me parece un triunfo.
    Sin duda elegiría esa opción.

    Una entrada realmente bonita, intensa y profunda.
    Las dos canciones que propones son preciosas y van como anillo al dedo,
    hoy me quedo con la nana serbia, mil gracias.

    Un abrazo, feliz noche

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    1. Sé que no hay suficientes manos en el mundo para salvar a quien tiene el único salvavidas disponible y lo tira por la borda mientras permanece en cubierta viendo como se hunde el barco. Fue su decisión.
      Estar solo es algo maravilloso cuando lo buscas y un infierno, dicen, cuando no es deseado; en mi caso siento que estoy en la mejor compañía posible.
      Como dije me resulta doloroso decantarme por un tema puesto que los dos me erizan el vello, pero... en determinadas circunstancias... según mi ánimo...la nana me mata porque no puedo borrar la imagen que tiene adosada en mi mente, es superior a mi.
      Gracias por tu "compañía", un beso.

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  3. Lo siento, pero, como ando como ando... estas reflexiones, y esta música, me han puesto más tristona...
    Pero todo es verdad, lo que dices.

    Besarkada erraldoi bat!
    ;)

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  4. Te entiendo perfectamente y soy yo el que lo siente, si hay algo que no soporto es la tristeza ajena.
    Yo he aprendido a convivir con los acontecimientos luctuosos como paisaje y en cierto modo la tristeza, la melancolía y la nostalgia...la saudade, forman parte de mi carácter, de mi destino, tanto como el amor, la risa o las ganas de vivir y de aprender.
    Te contare un secreto: siendo joven, más que ahora digo, si me encontraba triste por algún tema sentimental y me daba por beber, me imaginaba que estaba sentado en la misma mesa que Rick con Sam al piano disfrutando de nuestra angustia oyendo "el tiempo pasara" y ese momento no lo superaba el consuelo de nadie. Mira si seré raro.
    Tengo muchas cuentas pendientes con el pasado y escribir me sirve de terapia. No pensé ni por un momento en la gente que lo está pasando mal y debería haberlo hecho. Lo siento.
    Ánimo Edurne, muxu bat.

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  5. Hoy estoy con las frasecitas: “no soy lo suficientemente fuerte como para mostrarme vulnerable”

    Creo que esta resume la actitud y la forma de ser de muchas personas, caminamos con nuestra coraza, construimos muros de hielo porque a fin de cuentas somos muy blanditos.

    Pedir ayuda es admitir que se es débil, no saber cuando es el momento de quitarse la armadura, bien por miedo o bien por pensar que no hay nadie es un error que se paga muy caro, salvo que cerca ande alguien con ojo avizor y buenos reflejos para agarrar de la mano, el brazo y lo que haga falta.

    Me encantan los acompañamientos musicales, es fantástico que nos lleves así de la mano y podamos escuchar cosas nuevas. Obrigado.

    Un abrazo redondo,
    con brazos para apretar
    y manos para tender.

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  6. Amadísima Deidad, cierto es, la fortaleza solo es aparente vista desde fuera y las personas que reconozco como fuertes suelen tener aspecto de fragilidad.
    Afrontar las dificultades y aceptar ayuda aún sintiendo vulnerabilidad es un indicio de verdadera sabiduría.
    "Everybody need somebody sometimes", no se me ocurre mayor verdad al respecto.
    La música siempre ha sido para mí una mano tendida sin condiciones y para ti he aquí mis dos manos.
    Un beso.

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  7. Como no podía fundir ambos temas -no dispongo de una mesa de mezclas adecuada-, finalmente me decanté por Hope. Me resultó acertado escuchar esa música de tonos sosegados caminando por las montañas y admirando los majestuosos paisajes que la naturaleza nos brinda. Desde luego, nosotros, débiles seres humanos, que jugamos a ser más fuertes de lo que nunca seremos, no somos nada en comparación con la fortaleza de la montaña: pero sin embargo tenemos un don que aprovechamos poco; la capacidad de ayudarnos entre nosotros. Si esa capacidad estuviera siendo mejor aprovechada, probablemente ahora mismo el mundo, y en particular muchos lugares, serían otra cosa muy distinta a lo que hoy son...

    Un fuerte abrazo.

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  8. El espíritu solidario, la empatía y la fraternidad permanecen en nosotros, adormecidos pero latentes, es necesario olvidar todo lo aprendido para recordar lo esencial.
    Hace setenta mil años nos sirvió y nos tiene que servir ahora.
    Un placer tu visita

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